Me gustaría ser pequeña.
Tan pequeña
como para aprender a caminar
sin cogerme de tu mano;
subir a gatas por las escaleras;
correr detrás de las mariposas;
deslizarme por los toboganes y
columpiarme en todos los parques;
ir al rincón de pensar;
repetir todo lo que escucho;
esconderme tapádome los ojos;
acercarme valiente y curiosa a los pájaros a los que temo;
llorar solo con motivo...
No.
Lo que yo quiero es ser pequeña.
Tan pequeña
como para caber
en la palma de tu mano;
escalar tu columna vertebral hasta llegar a la cima;
cabalgar sobre las mariposas de tu estómago;
deslizarme por tu esternón y
balancearme en todas tus costillas;
acurrucarme en algún rincón de tu corazón;
asomarme al precipicio de tu boca;
superar el insomnio en tus pestañas;
enjaularme libre en tu caja torácica;
y llorar solo si me olvidas.