sábado, 20 de agosto de 2016

(daddy)

yo no puedo ir por ahí diciendo lo orgulloso que estoy de mis hijos. 

pues no lo digas.

martes, 16 de agosto de 2016

no puedo decir qué tengo porque ningún médico ha tenido la oportunidad de diagnosticarme, pero puedo decir dónde me duele

No tengo amigos. No tengo amigos porque no hablo. No sé por qué no hablo.

No me considero tímida ni reservada, a pesar de lo que digan, simplemente tengo miedo y estoy más cómoda en silencio, evitando las situaciones en las que pueda tener la obligación de decir algo. Por eso me he construido la reputación de ser la rara, lo cual me ha llevado a pensar que soy rara.

Soy rara, no hablo. Y, como no hablo porque soy rara, me he quedado sin amigos. Aunque tampoco voy a echarles a los demás toda la culpa, algunos amigos los he perdido porque yo me he ido. Un claro ejemplo es Xxxxxxx. Pero si me he ido ha sido porque de repente ya no me sentía cómoda al lado de esa persona. Supongo que no es culpa de nadie.

Se me hace extraño mantener una conversación. Admiro realmente a todos los componentes de esos grupos que son capaces de mantener amenamente una charla sobre un tema en concreto. Y ríen y se ponen serios y dicen cosas lógicas y todos aportan algo y hacen alguna gracia y no tienen miedo de abrir la boca. No sé cómo lo hacen. Yo no me veo capaz.

Cada vez que tengo que hablar, se me forma un fuerte nudo en el estómago. Siento que, literalmente, no tengo voz. El nudo del estómago se ata a su alrededor y no la deja salir. Es horrible. Ni siquiera soy capaz de hablar con los miembros de mi familia. Hace más de un año que no me hablo con me autocensuro porque soy una paranoica (había un ejemplo de persona física cercana) y es un alivio, porque sé que él no me va a preguntar nada y yo no tendré la obligación de contestar. Porque me da miedo. Me da miedo que me pregunten. Y me da igual quién sea el que me pregunta.

También siento ese miedo a través de Internet. Cuando [...] tengo que contestar siempre leo la conversación diez veces hasta que me atrevo a darle a «enviar». A veces incluso lo hago con los ojos cerrados, aceptando así el riesgo de que mi respuesta no le guste a la otra persona, o de haberme equivocado y habérselo enviado a quien no toca. Eso es algo que me da verdadero pavor.

Creo que mi mutismo me ha conducido a la depresión. Duermo mal, me mareo con facilidad, sufro de ansiedad, lloro sin aparente motivo, tiendo a depender de los demás, aunque sea algo imaginario, no sé si me explico, me autolesiono, me auto sobre medico, no salgo de casa, paso unas veinte horas diarias en la cama, no sonrío, odio mi cuerpo, estoy engordando, dónde está mi pecho, me ausento mentalmente, soy incapaz de concentrarme incluso cuando juego a un videojuego, siempre pienso en otra cosa que no tiene nada que ver, nunca estoy a lo que debería estar, se me olvidan cosas importantes como comer, no sé en qué día vivo, pero aún me acuerdo de su número de teléfono, soy negativa, pienso que vaya donde vaya molesto a todo el mundo, que todos se ríen de mí, que si alguien se interesa un poco por mí es para después burlarse con sus amigos.

Cada dos años me encapricho del único tío que se ha interesado en conocerme de la sala. [Bla, bla, bla] y de repente, cuando se da cuenta de que le quiero, sí le importa que no hable como cualquier otra persona normal y se va de mi lado. Entonces [hago mogollón de cosas] tardo más o menos un año en superarlo y vuelta a empezar. Y vuelvo a estar sola, claro, como al principio, sólo que con un número de móvil más en la cabeza.

A veces cometo la estupidez de desear volver a tener amigos, pero ¿qué haría con ellos? Si yo no hablo. No soy ni divertida ni inteligente ni interesante, no tengo nada que aportarles salvo mi silencio. Y parece que a la larga les molesta. No puedo estar con nadie porque no me gusta hablar de mí. Acabaría mintiendo sobre algún aspecto crucial de mi vida porque, al contrario que ellos, yo no hago nada importante. Yo sólo soy la rara que llora cuando una amable señora le informa de que hoy no pasan por aquí los autobuses.

lunes, 15 de agosto de 2016

No tengo imaginación

cometo el mismo error una y otra vez porque no se me ocurren errores nuevos.

tuit

Ja, ja, no

tengo la autoestima tan baja que la piedra con la que tropiezo siempre tropieza previamente con ella.

tuit

sábado, 13 de agosto de 2016

(sobre la primera impresión)

el doctor se toma su tiempo mirando la pantalla

–dice–

siéntate

–dice–

no te muevas

el doctor se toma su tiempo mirando

dónde te duele

vale mira aquí

vale parpadea

vale no parpadees

inspira

espira

inspira aguanta el aire espira

vale bájate la camiseta

cada día estás más guapa

desde cuándo te duele

tendrías que haber venido antes

estás más pálida de lo normal mira tus labios

–dice–

túmbate en el suelo

despacio

pon los pies en alto

tranquila

respira lentamente

tranquila

el doctor le habla a su ayudante

pobrecilla

desde cuándo estará así

el doctor me ayuda a levantarme

toma

esto no es efectivo al cien por cien

seguramente sea insuficiente

nos veremos en septiembre

lunes, 8 de agosto de 2016

en casa

mi primer amor comía alpiste porque soñaba con volar como los pájaros.

en casa no se bebe

mi segundo amor fue también el cuarto.

en casa no se fuma

a mi tercer amor se le fue la fuerza por la boca. en su primer beso.

en casa no se juega

mi quinto amor borró sin querer la esencia de su antecesor.

en casa no se toca

mi sexto amor fue un imbécil.

en casa no se escribe

mi quinto amor olvidó eliminar su esencia cuando partió.

en casa no se lee

Lo que escribí después de que nos cruzáramos por las escaleras

supongo que otra vez me encuentro bajando el listón y me toca cruzarme contigo, que subes sin pestañear tus posibilidades de

cualquier cosa.

supongo que otra vez toco fondo y ya se corre por pena.

supongo.

a veces nos imagino bañando a los hijos que nunca tendremos y termino ahogándome con la alcachofa de la ducha

entre las piernas.

yo también me toco por pena y me corro como si de verdad pensara que tengo alguna posibilidad de no ganar la medalla de oro. después me lamo uno a uno los dedos y dejo la herida abierta. entra cuando quieras.

he aumentado la dosis y ahora lloro el doble. marco una equis en la casilla del calendario correspondiente al día en que derramo una lágrima, como si de un mapa del tesoro se tratara, y me doy cuenta de que cada vez hay más piratas.

cada vez hay más piratas.

hoy es el último día de feria y aún no he montado en nada que no sea en cólera.

me acuerdo de cuando me llevabas de la mano a través de las atracciones y eras tú la que más vértigo me daba.

me acuerdo de tantas cosas...

supongo que era inevitable cruzarnos en las escaleras, tú subiendo y yo bajando, pero al menos podrías haberme ayudado a llevar todas mis expectativas al sótano.

tú que siempre has sido el fuerte.

tú que siempre me has llevado la contraria.

domingo, 7 de agosto de 2016

*Emoji corazón partido*

He tocado fondo tantas veces que ya se corre por pena.

tuit

a veces lloro en mis ratos libres

a veces lloro en mis ratos libres
cuando tengo un hueco
un agujero
un vacío en las entrañas

lloro cuando la gravedad es tan alta
tan alta
que las posibilidades de caer de mis expectativas y morir aplastada por mi propio peso me hacen creer que he llegado a Venus
en lugar de a olvidarte

cuando la cremallera se engancha
y no me cierra la chaqueta
y cojo frío
y no lo suelto porque es lo único que tengo

cuando no tengo otra cosa que hacer
porque es mi rato libre y
tengo un hueco
aquí
debajo de esta piel
a la altura del pecho


a veces lloro en mis ratos libres
cuando tengo un hueco
un agujero
negro que lo absorbe todo menos la tristeza

cuando no encuentro la aguja en el pajar que cosa este desgarro del vientre
cuando      encuentro la aguja
en el pajar
y ya es tarde

porque en vez de un descosido

soy un roto.

viernes, 5 de agosto de 2016

pienso muy seriamente en la muerte

en la muerte en primera persona. como algo cercano y lejano a la vez. como el oasis en medio del desierto al que te acercas y nunca llegas. como estirar el brazo y no alcanzar el libro del estante de arriba.

pienso en la pérdida de la conciencia sobre los brazos del ser amado. el héroe que se da cuenta de lo mucho que ama a la princesa en el momento en que cree que no puede salvarla.

pero sí puede.

pienso en el despertar de un mal sueño y tener una segunda oportunidad que darle a la vida, que seguro que esta vez se comporta.

pienso en el intento de huida y en las manos que te hacen volver a una realidad más amable.

pienso en la sangre que cae del lugar en el que deberían de haber besos en lugar de heridas. en las vendas de los ojos cubriendo la vergüenza. en el canto de las sirenas que matan de hambre a los enterradores.

pienso muy seriamente en la muerte.

pero estoy viva.

jueves, 4 de agosto de 2016

Ídem

Es posible que el enlace que has seguido esté roto. Como yo.