martes, 31 de enero de 2017

Breves apuntes sobre los cumplidos

dar las gracias a un cumplido siempre me ha parecido una forma absurda de creerse superior.

hacer un cumplido a alguien que no sabe dar las gracias a un cumplido sin sentir que se está creyendo superior sin creérselo en realidad siempre me ha parecido una forma de ridiculizarle.

domingo, 22 de enero de 2017

doctora, quería comentarle que me estoy muriendo

me he pasado la noche despierta pensando en cómo decírselo para cambiar absolutamente todas las palabras escogidas en cuanto estuviera diciéndoselo. perdón, rectifico: me he pasado la noche despierta, y de paso he estado pensando en cómo decírselo.

sé que me estoy muriendo porque yo veo cómo me descompongo poco a poco. cada vez se me cae más el pelo. cada vez tengo más ojeras. cada vez me duele más el cuerpo. cada vez se me agrieta más la piel.

doctora, el mal lo llevo dentro y es necesario extirparlo. no me mire así, yo no tengo la culpa. el mal me posee desde dentro y por eso, de vez en cuando, cuando estoy más lúcida o todo lo contrario, intento sacarlo. voy a la cocina, me preparo un té, cojo un cuchillo, parto un trozo de turrón que aún llena el estante de las pastas desde las navidades pasadas, me hago un corte en el vientre, abro la herida, dejo que sangre, la acaricio, la mimo, la adoro. pero el mal que me carcome desde lo más profundo de mí es escurridizo, doctora, y no quiere salir así como así. así que voy a mis muslos, voy a mis piernas, voy a mi nuca, voy a mi pecho.

doctora, quería comentarle que con suerte dentro de poco tendrá una paciente menos. no quiero seguir luchando contra este mal que me absorbe hasta los huesos. doctora, quería comentarle que me estoy muriendo, pero al final no.

domingo, 15 de enero de 2017

[Me estás pidiendo que sonría]

Me estás pidiendo que sonría, que finja una felicidad que no existe, porque no soportas saber que algunas de estas lágrimas las has provocado tú. No quieres que mi rostro te lo recuerde cada día. Por eso me pides que lo cubra, que le ponga una máscara, que le dibuje una sonrisa que en realidad

no significa nada.

sábado, 14 de enero de 2017

me dijeron que tenía que ser más independiente y eso hice

fui una niña independiente y eso no gustó. me dijeron que tenía que pedir ayuda aunque no la necesitase y me volví indecisa. pedí ayuda y me la negaron porque tenía que aprender a salir adelante yo sola. salí adelante yo sola y el resultado no gustó. me rodeé de personas que me querían. eso no gustó. no gustó porque las personas que me querían no eran las personas que ellos querían para mí. me aislaron de las personas que me querían porque no eran las personas que ellos querían para mí y al final dejaron de quererme. dejaron de quererme las personas que me querían y eso no gustó. me echaron la culpa de que dejaran de quererme las personas que me querían y eso sí gustó. me cerré con llave para que no volvieran a dejar de quererme después de empezar a quererme y eso no gustó. intenté abrirme y ellos ya habían cerrado la puerta desde fuera. me resigné a permanecer dentro y eso tampoco gustó.

ya no me importa.

estoy cansada.

jueves, 12 de enero de 2017

[En la cafetería]

Dime qué palabras quieres que salgan de mi boca, madre, y te las diré. Pero no me pidas que te diga cómo me siento si después vas a decirme que no. No me pidas que te explique lo que pienso si tu diagnóstico va a ser que no soy normal. O vas a decirme que debo cambiar, que sólo digo tonterías, que tú también te avergüenzas de mí.

mi amor por mí es tan superficial como no fue nunca mi amor por ninguna otra persona

amo
mi cuerpo.

lo amo
de verdad.

amo
esta piel blanca que me cubre,
estos huesos que acuchillan,
estas venas inquebrantables.

amo
estos ojos defectuosos,
estos dientes incompletos,
este cabello suicida
—cada vez se me cae más.

amo
esta nariz y estos labios asimétricos,
estas orejas que ya no toleran los pendientes,
estos dedos que no saben tocar ningún instrumento pero sí saben tocarme el sexo.

amo mi sexo y mi vello púbico.
amo mis cicatrices,
amo mi sangre.

amo
mis piernas suaves,
mis muslos doloridos,
mi útero cuando llora.
mi útero a todas horas.

amo esta espalda ardiente
cuando tengo fiebre,
amo estas mejillas,
amo estas manos
que me abrazan.


pero detesto
esta frialdad.

detesto
este miedo que me acompaña,
este estar alejada de todo cuanto me rodea,
este desprecio por la vida humana,
este sentimiento de tristeza,
este complejo de inferioridad,
esta cobardía.

detesto
esta parálisis que me gobierna
cuando alguien se acerca,
esta lentitud de reflejos y de aprendizaje
—a veces académico—,
este estancamiento,
este retroceso,
esta yo.

detesto
las cosas que no se ven,
que no se tocan,
que causan confusión.
estos pensamientos,
por ejemplo,
esta voz que todavía no se usar,
estas ilusiones.

detesto este saber
cómo quiero ser y no serlo,
cómo quiero actuar y no hacerlo,
cómo quiero y no tener a quien querer.

miércoles, 11 de enero de 2017

lunes, 9 de enero de 2017

me invade el silencio cuando él está cerca

hace casi tres años que no hablamos.
quizá algún monosílabo muy de vez en cuando por mi parte
algún gruñido por la suya
un dardo venenoso
un cuchillo directo al pecho de
esta niña que es tan rara,
esta niña que no tiene amigas,
esta niña que es una puta.
la diferencia entre él y yo es que él no me habla a mí y yo no hablo con nadie en su presencia.
y si lo hago hace como que no me escucha.
y si hace como que no me escucha intento arrancar la piel de
esta hija que no hace nada,
esta hija que no habla,
esta hija que no es mía.
ojalá.