domingo, 28 de mayo de 2017

​creo que esto lo escribo porque no sé dónde está el volante que me dio la médica para pedir cita con el psicólogo. o porque soy gilipollas y me la sopláis muy fuerte

lo más positivo que me digo durante el día es seguro que soporto un día más como si no supiera de sobra que en veinticuatro horas voy a lamentarme otra vez de no haberme suicidado la noche anterior justo antes de volver a pensar no pasa nada: seguro que soporto un día más.

cuando no desayuno, tengo hambre. cuando desayuno, tengo ganas de vomitar. prefiero pasar hambre porque cuando paso hambre siento que algún día me quedaré en los huesos y quedarse en los huesos es terminar desapareciendo.

hablo una media de veinte minutos al día. río una media de veinte segundos al día. el resto: agua.

duermo mal y me despierto peor. el sueño y el miedo son los únicos amigos que nunca me han abandonado. o a los que nunca he dado motivos para abandonarme, que para el caso lo mismo.

mido el valor en dolor físico.
mido la fuerza en dolor físico.
mido el dolor físico en dolor emocional.

(algún día, algún día).

leo mucho. pero no para refugiarme sino para sentir que estoy haciendo algo con mi vida. escribo más. pero sólo porque soy estúpida y no puedo evitar hacer las cosas que se me dan mal. como ponerme a estudiar, enamorarme o escribir (eso ya lo he dicho).

la última vez que respondí a qué quiero ser de mayor, dije que quería ser un cadáver. señor, no he venido aquí a cambiar mi respuesta.

martes, 23 de mayo de 2017

(al parecer quería decir 23 cuando dijo 20)

Contemplas la enfermedad y no quieres que te la quiten.

Es lo único que perece sentirse a gusto a tu lado.

Y a pesar de que

te duele

te pica

te escuece

es lo único de lo que te sientes segura

y no quieres perder esa seguridad.

No quieres perder esa seguridad

de saber que hay

alguien dispuesto a quedarse

alguien a quien le gusta estar a tu lado

alguien que no va a abandonarte cuando la vida

te duela

te pique

te escueza

y por eso contemplas la enfermedad

y no dejas que nadie se le acerque

y rezas por morirte tú antes

de que llegue el día

de ir al hospital.

jueves, 18 de mayo de 2017

L (vol. II)

No sé qué está buscando, pero lo busca desesperadamente.

Mi cuerpo es una remota isla de Pacífico y él es un pirata profanando mis tierras.

No sé qué mapa lo ha conducido hasta mí, pero insiste deliberadamente.

Debe haber un tesoro enterrado en lo más profundo de mi cuerpo. Y yo sin enterarme...

¿Dónde han quedado los abrazos? ¿Dónde han ido los besos con los que antes me pedía que me quedara? ¿Acaso se han caído por la borda todas sus muestras de afecto? ¿Es que ya no me quiere?

Sus manos son ahora excavadoras. Su boca me succiona como si de un agujero negro se tratase. Su lengua de serpiente inyecta el veneno en mi boca inocente. Su mirada se ha vuelto oscura. Sus dedos son gusanos y mi sexo es su manzana.

A mí me gustaría seguir siendo una isla deshabitada. Una isla tranquila en medio del Pacífico. Pero ya es tarde.

No puedo decirle que pare.

lunes, 15 de mayo de 2017

R

Las olas acarician mis muslos de la misma forma en que las yemas de sus dedos pasean por mi espalda.

Hemos pasado la tarde riendo y robándole el protagonismo al mar. Lo sé por la manera en la que nos miraba todo el mundo.

Ahora que el sol se ha ido sin despedirse, la luna (tan brillante allá en lo alto del cielo) agita las aguas y acerca su sexo al mío. Nuestros cuerpos son dos imanes que se atraen. Nuestras bocas son dos estrellas a punto de chocar.

Nos fundimos en un abrazo eterno y el tiempo se detiene. Ya no me importa que se hagan las doce. Ya no me importa haber olvidado el camino de regreso a casa. Sólo quiero que no dejen de besarme esos prediosos ojos azules.

L (vol. I)

Nunca antes he estado en su casa. Entre esos brazos que me rodean y esa húmeda boca que me succiona las pocas dudas que haya podido tener. Estoy en DEFCON 4: un poco nerviosa, pero nada grave.

Alivia la tensión del momento señalándonos en el gran espejo que tenemos en frente. Nos piropea. No sé si de verdad cree que soy preciosa, pero a su lado yo me siento así.

Soy una frágil margarita y él se encarga de quitarme uno a uno todos los pétalos mientras reza por que haya traído un número impar de prendas de vestir.

Estoy desnuda frente a él, pero no tengo miedo. Me siento cómoda a su lado. Me siento fuerte. Sé que no hice mal en cortar con él porque en aquel momento no lo amaba, pero ahora tengo una segunda oportunidad. Sólo necesito no desperdiciarla.

Se despoja entonces él de todas sus hojas y me doy cuenta de que es mi primera vez. O podría serlo, si todo fuera distinto.

La llave no encaja en la cerradura.

Me besa como si temiera que vaya a marcharme. Otra vez. Yo lo observo detenidamente mientras se alimenta de mí. Acaricio suavemente sus cabellos. Es como un cachorro sediento después de pasar ocho días en el desierto. Siento lástima por él. Pero también por mí. No puedo quedármelo. No me dejan tener mascotas en casa. Y sé que aunque pudiera no sabría cuidarlo.

Es el principio de todo.

jueves, 11 de mayo de 2017

Sé tú misma, pero no llores

sonríe mucho, ríete de mis chistes, habla con la gente de tu alrededor, no leas ese tipo de libros, ve las series de moda, tápate, haz cinco comidas al día aunque no tengas hambre ni para tres, sal de fiesta a ver si consigues un novio que te aguante, no bebas tanto, bebe un poco más, no fumes, prueba el tabaco, no te acomplejes, adelgaza, no ligues a través de Internet, muestra tus sentimientos y no digas que estás triste, mujer, que eso es raro e incomoda a la gente.

miércoles, 10 de mayo de 2017

(el martes 20 de mayo de 2017 no existe)

El teléfono

insiste

insiste

insiste

y cuelga

antes de que te dé tiempo a cogerlo

antes de que te dé tiempo a cogerlo

ya sabes

quién llama

y

qué quiere

de ti

y tú

esperas

esperas

esperas

y llaman

de nuevo

y lo coges

sabiendo que es para ti

quién llama

y

qué quiere

de ti

y tú

preguntas

quién es

y la mujer al otro lado del teléfono

que no conoces

que no has visto en tu vida

que no sabe que ya sabes quién es

y

qué quiere

de ti

te dice

qué quiere

de ti

y tú

insistes

insistes

insistes

y cuelgas

convencida de haberlo hecho bien

convencida de haber retenido toda la información

de esa mujer al otro lado del teléfono

que no conoces

que no has visto en tu vida

que no sabe que ya sabes quién es

y

qué quiere

de ti

y aun así

no te enteras

de lo que te dice.

martes, 2 de mayo de 2017

Babel

Mi enfermedad tiene los nombres de todos los hombres a los que he amado;

juega con ellos con su lengua arcaica,

los pasea por todos los rincones de su boca,

los pronuncia de manera equivocada.

Yo que he besado en la lengua de los dacios y lo he entendido todo,

ahora hablo en la antigua lengua de las aves,

el idioma de los que echan a volar ante el peligro,

el dialecto de los que regurgitan el miedo para dárselo de comer a sus crías.

Soy un organismo en fase embrionaria;

esta garganta

no traga

no escupe

no habla.

Soy un útero yermo y agonizante,

una cueva de murciélagos leprosos,

una cueva de estalactitas cálcicas en la que no existe el eco.

Y estoy empezando a pensar

que la lengua muerta soy yo.

lunes, 1 de mayo de 2017

«¿cuánto de todo esto es una proyección de mi paranoia?»

No existirá jamás el hombre que ame mi cuerpo. esta piel quebrada. esta carne blanda y putrefacta. 

No existirá jamás el hombre que bese estos labios. estos labios callados. estos labios tan serios. esta boca pequeña y marchita que no puede dar luz. que no puede dar vida. que no puede.

No existirá jamás el hombre que me abrace como yo quiero que lo haga. que sujete estos brazos antes de que se partan como ramas de un viejo árbol. que recoja este peso muerto antes de que llegue a tocar el suelo.

Me deslizo a través de la niebla y tengo miedo. tengo miedo porque sí existe el hombre capaz de hacerme pedazos. capaz de aplastar mi útero hasta carbonizarlo. capaz de desenvolver estos huesos como si fueran un regalo. como si fueran un tesoro enterrado bajo esa enorme equis. como si fueran.

Sí existe el hombre capaz de vulgarizarme. capaz de humillarme ante los demás hombres. capaz de hundirme bajo tierra mientras aún respiro agonizante. capaz.

Y lo peor de todo es que lo está haciendo.