lunes, 31 de diciembre de 2018

2018



1. Aquí va una lista en orden cronológico de mis mejores lecturas de este año:

  • Lo que queda enterrado, de Carmen Martín Gaite
  • La última niebla, de María Luisa Bombal
  • Nueva correspondencia de Alejandra Pizarnik
  • Relatos, de Clarice Lispector
  • Cuaderno de campo, de María Sánchez
  • La tumba del marinero, de Luna Miguel
  • Las vírgenes suicidas, de Jeffrey Eugenides
  • Palabra de diosa, de Carmen González Huguet
  • El universo en una taza de café, de Jordi Pereyra
  • Breves obras de teatro de Anna Amparo Millàs Mascarós (entre ellas: Agua de celos, El hombre que contaba, La duda)
  • La nariz de un notario, de Edmond About
  • Nada, de Janne Teller
  • Teresa la Limeña, de Soledad Acosta de Samper
  • Corazón tradicionalista, de Berta García Faet
  • Cuentos populares rusos, de A. N. Afanasiev
  • Partir, de Lucía Baskaran
  • Carta a un amigo, de Rinosuke Akutagawa
  • Varios cuentos de Leopoldo Alas (entre ellos: Mi entierro, Aprensiones, El secreto, En el tren, Fantasía de un delegado de Hacienda)
  • La jirafa inconforme, de Dora Alonso (esto es un cuento brevísimo)
  • El peligro de la historia única, de Chimamanda Ngozi Adichie
  • Todos deberíamos ser feministas, de Chimamanda Ngozi Adichie
  • Querida Ijeawele. Cómo educar en el feminismo, de Chimamanda Ngozi Adichie
  • Yo, Claudio, de Robert Graves
  • Batman: La muerte de la familia
  • Watchmen, de Alan Moore y Dave Gibbons
  • Varios cuentos de Ema Wolf (entre ellos: El encarnado, Pobre lobo, El día robado)
  • Cartas, de Rosalía de Castro
  • Varios cuentos de Emilia Pardo Bazán (entre ellos: La adopción, Aire)
  • Claro de Tierra, de Arthur C. Clarke
  • Doce relatos de mujeres, compilación de Ymelda Navajo (me gustan sobre todo los relatos de Cristina Fernández Cubas, Rosa Montero, Beatriz de Moura, Lourdes Ortiz y Carmen Riera)
  • Te trataré como a una reina, de Rosa Montero
  • Drácula, de Bram Stoker
  • Fanny Hill, de John Cleland
  • El ladrón de cuerpos, de Anne Rice
  • Algunas cosas de H. P. Lovecraft (sobre todo: Los gatos de Ulthar, Aire frío, El ser en el umbral, Algunas notas sobre algo que no existe)
  • La barraca, de Vicente Blasco Ibáñez
  • El cereus florece de noche, de Shani Mootoo
  • Crónica del desamor, de Rosa Montero
  • La hija del Caníbal, de Rosa Montero


2. Como Alejandra Pizarnik es la luz de mi vida, este año leí poemas de las personas con las que alguna vez se ha carteado (Nueva correspondencia 1955-1972) y aquí va una lista en orden de lectura de mis favoritos (todos argentinos como ella):

  • RUBÉN VELA (Santa Fe, 1928 — Buenos Aires, 2018)

Que no me digan
que escriben simplemente,
que dicen el poema
sin pensarlo siquiera.
Que él nace porque sí.

Es un arduo trabajo,
un oficio de herreros,
un hacer proletario.
Un cansancio que continuará mañana.

Que no me digan
que se hacen poemas sin sudores,
sin una larga y violenta jornada de trabajo.
Tengo las manos como las de un labriego,
duras, gastadas, llenas de poemas.

  • ANTONIO REQUENI (Buenos Aires, 1930)

¿Dormir es ya un ensayo de la muerte?

  • IVONNE BORDELOIS (Buenos Aires, 1934)

a nadie leeré mis poemas –salvo este, que será el último, por cierto–
a nadie contaré mis esperanzas
de premio Nobel,
nadie sabrá de mis diarios ni de mi mente
metafísica

  • PERLA ROTZAIT (Buenos Aires, 1920)

Tanto pudor sientes
de estar viva

  • AMELIA BIAGIONI (Gálvez, 1916 — 2000)

pienso que en la tierra
no existo, que tan sólo voy cayendo,
así, de la nostalgia de un poema

  • VICTORIA PUEYRREDÓN (1920 — Buenos Aires 2008)

Es cansancio de la vida y hartazgo
De las frases, los gestos, y de todo,
Es evocar un rostro, rasgo a rasgo,
Recordando un momento, de algún modo...

Sentir que lo que duele a nadie importa,
Reír y de reír estar cansada,
Gemir en voz muy baja estando sola,
Querer entretenerme y no hacer nada...

Es llevar un amor en el recuerdo,
Revivirlo en amarga letanía,
Pasar las horas largas frente a un muerto
Y sentir que no se acaba nunca el día...

Ver llegar con terror las horas largas
Y sentir el silencio de un vacío,
Temerle a la caída de la tarde,
Cerrar los ojos y temblar de frío...


3. También he leído antologías de poetas aleatorios y aquí va otra lista en orden de lectura de los que más me han gustado (estoy usando el masculino genérico pero sólo hay mujeres en la lista porque yo no tengo la culpa de que los señores me aburran):

  • CLARIBEL ALEGRÍA (Estelí, Nicaragua, 1924 — Managua, Nicaragua, 2018)
Fue una pequeña muerte
tu partida

  • ÁNGELES MORA (Rute, Córdoba, 1952)
Una lágrima rueda en tu garganta.

Inútil es que engañes el camino.
Sabes que perderás, que estás perdida,
que el más viejo tributo estás pagando,
el amor a uno mismo.
Esta noche sabrás a desaliento,
olerás a perfumes olvidados,
sentirás cómo muerde el alacrán,
cómo se esconde en los rincones fríos
mientras las mariposas secretean
en torno a las farolas del ocaso.

Una lágrima rueda en tu garganta.

Inútil es que engañes al destino.
Sabes que estás desnuda, que tus pechos
delatan soledad y por tu espalda
un estremecimiento te sacude.
Ahora llorarás sin hacer ruido.
Alguien habrá querido acariciar
tus hombros, en el bar apilarán
las sillas, limpiarán los veladores.
Sabes que estás perdida y te levantas.
Nadie ha secado aún el rastro negro
de rímel que se corre en tu mejilla.

  • ANNA MONTERO (Logroño, 1954)
es fa tard.
t'ho diré baixet
ara que caminem entre dos temps.
es fa tard.
ho sabem tu i jo
i potser també ho saben els corbs
del cementeri
on ha arribat la primavera
malgrat la pluja i el cel
com un llibre sense obrir
i els cotxes que corren
per l'autovia, a l'altre costat
del mur —a l'altre costat.
també ací ha arribat la primavera,
els corbs ho saben i grallen
desesperadament d'arbre en arbre,
d'hora en hora, de record en oblit,
al cementeri.
també nosaltres ho sabem,
que cerquem la llum que queda
entre les lloses,
entre la pluja fina i la memòria.
i volem deixar alguna cosa
sobre la pedra que ens ignora
com ens ignoren els corbs
que potser saben que no res quedarà
de nosaltres quan passe la pluja
i passen els estius i els hiverns
i arriben altres primaveres
i altres veus i altres mirades.

  • TERESA PASCUAL (Gandía 1952)
Pregunta’m el perquè d’aquell acord
que ens va tancar a tu dins, a mi dins
de les parets d’aquesta casa nostra,
pregunta-m’ho ara que retrobem,
mare, les claus de tantes inquietuds.
Res no han resolt els anys que ens han portat,
a tu, a esperar darrere la persiana,
a mi, a arribar sempre tard a les coses,
i aquella fam que has heretat d’un temps
de por, de guerra i cues impossibles,
se t’ha instal·lat als ulls i ja no és fam
i ni tan sols és por, mare, què és?

  • BEGONYA POZO (Valencia, 1974)
Paco, el matemàtic del grup,
també és un home malalt.
Ho sap: es passa el dia fent comptes,
esperant pacientment l'hora exacta.
Les cinc de la vesprada.
Cada dia, a la mateixa hora,
escolta el veredicte:
avui no, Paco, avui no marxaràs,
tampoc demà, ni demà passat,
no cal que refaces els comptes.
Però hi ha homes cabuts
com hi ha homes malalts
i tots, absolutament tots,
són condemnats a tornar al principi.

  • CÈLIA SÀNCHEZ-MÚSTICH (Barcelona, 1954)
[Alzheimer]
Aquest és el nom del meu rival.
Qui t'allunya de mi.
Però com si es tractés d'una altra dona
envaint-te el pensament, lluitaré
per defensar un minut d'amor.
I si cal, aprendré, com tu,
a acariciar la seva pell,
a endinsar-me en la boira del desvari.
A compartir-te.