1. Aquí va una lista en orden cronológico de mis mejores
lecturas de este año:
- Lo que queda enterrado, de Carmen Martín Gaite
- La última niebla, de María Luisa Bombal
- Nueva correspondencia de Alejandra Pizarnik
- Relatos, de Clarice Lispector
- Cuaderno de campo, de María Sánchez
- La tumba del marinero, de Luna Miguel
- Las vírgenes suicidas, de Jeffrey Eugenides
- Palabra de diosa, de Carmen González Huguet
- El universo en una taza de café, de Jordi Pereyra
- Breves obras de teatro de Anna Amparo Millàs Mascarós (entre ellas: Agua de celos, El hombre que contaba, La duda)
- La nariz de un notario, de Edmond About
- Nada, de Janne Teller
- Teresa la Limeña, de Soledad Acosta de Samper
- Corazón tradicionalista, de Berta García Faet
- Cuentos populares rusos, de A. N. Afanasiev
- Partir, de Lucía Baskaran
- Carta a un amigo, de Rinosuke Akutagawa
- Varios cuentos de Leopoldo Alas (entre ellos: Mi entierro, Aprensiones, El secreto, En el tren, Fantasía de un delegado de Hacienda)
- La jirafa inconforme, de Dora Alonso (esto es un cuento brevísimo)
- El peligro de la historia única, de Chimamanda Ngozi Adichie
- Todos deberíamos ser feministas, de Chimamanda Ngozi Adichie
- Querida Ijeawele. Cómo educar en el feminismo, de Chimamanda Ngozi Adichie
- Yo, Claudio, de Robert Graves
- Batman: La muerte de la familia
- Watchmen, de Alan Moore y Dave Gibbons
- Varios cuentos de Ema Wolf (entre ellos: El encarnado, Pobre lobo, El día robado)
- Cartas, de Rosalía de Castro
- Varios cuentos de Emilia Pardo Bazán (entre ellos: La adopción, Aire)
- Claro de Tierra, de Arthur C. Clarke
- Doce relatos de mujeres, compilación de Ymelda Navajo (me gustan sobre todo los relatos de Cristina Fernández Cubas, Rosa Montero, Beatriz de Moura, Lourdes Ortiz y Carmen Riera)
- Te trataré como a una reina, de Rosa Montero
- Drácula, de Bram Stoker
- Fanny Hill, de John Cleland
- El ladrón de cuerpos, de Anne Rice
- Algunas cosas de H. P. Lovecraft (sobre todo: Los gatos de Ulthar, Aire frío, El ser en el umbral, Algunas notas sobre algo que no existe)
- La barraca, de Vicente Blasco Ibáñez
- El cereus florece de noche, de Shani Mootoo
- Crónica del desamor, de Rosa Montero
- La hija del Caníbal, de Rosa Montero
2. Como Alejandra Pizarnik es la luz de mi vida, este año
leí poemas de las personas con las que alguna vez se ha carteado (Nueva correspondencia 1955-1972) y aquí
va una lista en orden de lectura de mis favoritos (todos argentinos como ella):
- RUBÉN VELA (Santa Fe, 1928 — Buenos Aires, 2018)
Que no me digan
que escriben
simplemente,
que dicen el poema
sin pensarlo siquiera.
Que él nace porque sí.
Es un arduo trabajo,
un oficio de herreros,
un hacer proletario.
Un cansancio que
continuará mañana.
Que no me digan
que se hacen poemas
sin sudores,
sin una larga y
violenta jornada de trabajo.
Tengo las manos como
las de un labriego,
duras, gastadas, llenas
de poemas.
- ANTONIO REQUENI (Buenos Aires, 1930)
¿Dormir es ya un
ensayo de la muerte?
- IVONNE BORDELOIS (Buenos Aires, 1934)
a nadie leeré mis
poemas –salvo este, que será el último, por cierto–
a nadie contaré mis
esperanzas
de premio Nobel,
nadie sabrá de mis
diarios ni de mi mente
metafísica
- PERLA ROTZAIT (Buenos Aires, 1920)
Tanto pudor sientes
de estar viva
- AMELIA BIAGIONI (Gálvez, 1916 — 2000)
pienso que en la
tierra
no existo, que tan
sólo voy cayendo,
así, de la nostalgia
de un poema
- VICTORIA PUEYRREDÓN (1920 — Buenos Aires 2008)
Es cansancio de la
vida y hartazgo
De las frases, los
gestos, y de todo,
Es evocar un rostro,
rasgo a rasgo,
Recordando un momento,
de algún modo...
Sentir que lo que
duele a nadie importa,
Reír y de reír estar
cansada,
Gemir en voz muy baja
estando sola,
Querer entretenerme y
no hacer nada...
Es llevar un amor en
el recuerdo,
Revivirlo en amarga
letanía,
Pasar las horas largas
frente a un muerto
Y sentir que no se
acaba nunca el día...
Ver llegar con terror
las horas largas
Y sentir el silencio
de un vacío,
Temerle a la caída de
la tarde,
Cerrar los ojos y
temblar de frío...
3. También he leído antologías de poetas aleatorios y aquí
va otra lista en orden de lectura de los que más me han gustado (estoy usando
el masculino genérico pero sólo hay mujeres en la lista porque yo no tengo la
culpa de que los señores me aburran):
- CLARIBEL ALEGRÍA (Estelí, Nicaragua, 1924 — Managua, Nicaragua, 2018)
Fue una pequeña muerte
tu partida
- ÁNGELES MORA (Rute, Córdoba, 1952)
Una lágrima rueda en
tu garganta.
Inútil es que engañes
el camino.
Sabes que perderás,
que estás perdida,
que el más viejo
tributo estás pagando,
el amor a uno mismo.
Esta noche sabrás a
desaliento,
olerás a perfumes
olvidados,
sentirás cómo muerde
el alacrán,
cómo se esconde en los
rincones fríos
mientras las mariposas
secretean
en torno a las farolas
del ocaso.
Una lágrima rueda en
tu garganta.
Inútil es que engañes
al destino.
Sabes que estás
desnuda, que tus pechos
delatan soledad y por
tu espalda
un estremecimiento te
sacude.
Ahora llorarás sin
hacer ruido.
Alguien habrá querido
acariciar
tus hombros, en el bar
apilarán
las sillas, limpiarán
los veladores.
Sabes que estás
perdida y te levantas.
Nadie ha secado aún el
rastro negro
de rímel que se corre
en tu mejilla.
- ANNA MONTERO (Logroño, 1954)
es fa tard.
t'ho diré baixet
ara que caminem entre
dos temps.
es fa tard.
ho sabem tu i jo
i potser també ho
saben els corbs
del cementeri
on ha arribat la
primavera
malgrat la pluja i el
cel
com un llibre sense
obrir
i els cotxes que
corren
per l'autovia, a
l'altre costat
del mur —a l'altre
costat.
també ací ha arribat
la primavera,
els corbs ho saben i
grallen
desesperadament
d'arbre en arbre,
d'hora en hora, de
record en oblit,
al cementeri.
també nosaltres ho
sabem,
que cerquem la llum
que queda
entre les lloses,
entre la pluja fina i
la memòria.
i volem deixar alguna
cosa
sobre la pedra que ens
ignora
com ens ignoren els
corbs
que potser saben que
no res quedarà
de nosaltres quan passe la pluja
i passen els estius i els hiverns
i arriben altres
primaveres
i altres veus i altres
mirades.
- TERESA PASCUAL (Gandía 1952)
Pregunta’m el perquè
d’aquell acord
que ens va tancar a tu
dins, a mi dins
de les parets
d’aquesta casa nostra,
pregunta-m’ho ara que
retrobem,
mare, les claus de tantes inquietuds.
Res no han resolt els
anys que ens han portat,
a tu, a esperar
darrere la persiana,
a mi, a arribar sempre
tard a les coses,
i aquella fam que has
heretat d’un temps
de por, de guerra i
cues impossibles,
se t’ha instal·lat als
ulls i ja no és fam
i ni tan sols és por,
mare, què és?
- BEGONYA POZO (Valencia, 1974)
Paco, el matemàtic del
grup,
també és un home
malalt.
Ho sap: es passa el
dia fent comptes,
esperant pacientment
l'hora exacta.
Les cinc de la
vesprada.
Cada dia, a la mateixa
hora,
escolta el veredicte:
avui no, Paco, avui no
marxaràs,
tampoc demà, ni demà passat,
no cal que refaces els
comptes.
Però hi ha homes
cabuts
com hi ha homes
malalts
i tots, absolutament
tots,
són condemnats a
tornar al principi.
- CÈLIA SÀNCHEZ-MÚSTICH (Barcelona, 1954)
[Alzheimer]
Aquest és el nom del
meu rival.
Qui t'allunya de mi.
Però com si es tractés
d'una altra dona
envaint-te el
pensament, lluitaré
per defensar un minut
d'amor.
I si cal, aprendré,
com tu,
a acariciar la seva
pell,
a endinsar-me en la
boira del desvari.
A compartir-te.