domingo, 29 de diciembre de 2019

2019


1. Como espero que sea tradición, aquí va una lista en orden cronológico de todas mis mejores lecturas de este año:

  • Middlesex, de Jeffrey Eugenides
  • Medio sol amarillo, de Chimamanda Ngozi Adichie
  • La ridícula idea de no volver a verte, de Rosa Montero
  • Algo alrededor de tu cuello, de Chimamanda Ngozi Adichie
  • Manual para mujeres de la limpieza, de Lucia Berlin
  • Matar al padre, de Amélie Nothomb (lo leí en una hora y cincuenta y cinco minutos)
  • Vida de una geisha, de Mineko Iwasaki (buscaba el libro que inspiró la película Memorias de una geisha, pero éste es mejor porque es la autobiografía de la geisha en cuestión y no la tergiversación o el entiendo-lo-que-me-sale-de-los-cojones de Arthur Golden)
  • Gritos silenciosos, de Paula Zubiaur (testimonio real de una mujer maltratada)
  • Origen, de Jessica Khoury
  • Museo anatómico, de Luna Miguel
  • Hipatia de Alejandría, de Maria Dzielska
  • Condición de mujer, de Cristina Peri Rossi
  • Los años blancos, de Rosa Berbel
  • Un hombre tras las rejas, de Carmen Natalia Martínez
  • En la mitad del camino recorrido, de María Emilia Cornejo (me enamoré perdidamente de este poemario)
  • Para conjurar el sueño (poetas guatemaltecas del siglo XX)* (Ampliación de esto en el punto 2)
  • Entonces Alicia cayó, de Mariana de Althaus
  • Hombres en escabeche, de Ana Istarú
  • Cachorro está pedido, de María Inés Vargas Tunque
  • El cuervo, de Edgar Allan Poe
  • Tres, Cinco y Seis, de Xue Xinran
  • El cuento de la criada, de Margaret Atwood
  • Lectura fácil, de Cristina Morales (le doy tres estrellas y media sobre cinco)
  • Carmilla, de Joseph Sheridan Le Fanu (aunque esperaba más [o me lo pintaron demasiado bien])
  • Diccionario de nombres propios, de Amélie Nothomb
  • Barba Azul, de Amélie Nothomb (me he propuesto leer todos sus libros no sé por qué)
  • The Duchess of Malfi, de John Webster (Cover her face; mine eyes dazzle: she died young)
  • Soy vertical, pero preferiría ser horizontal, pequeña compilación de poemas de Sylvia Plath
  • Las manos en la sangre, de Irene X
  • Ante ti se arrodilla mi silencio, de Jacob Steinberg (leído en Issuu)
  • Viejas voces secretas. Antología poética (1959 – 2013), de Julia Uceda (libro en PDF que básicamente descargué sin querer y que me encantó)
  • Poesía completa, de Anne Sexton (creía que no me daría tiempo a leerlo todo y al final tampoco tardé mucho ♥)
  • The Women’s Room, de Marilyn French (pongo el título en inglés pero me lo he leído traducido al español)


*2. Leí un par de poemarios de esos en los que juntan distintas autoras, pero en concreto el de Para conjurar el sueño me encantó, así que aquí van algunos (trocitos de) poemas:

  • Mónica Albizúrez:
[Imposibles en la noche de año nuevo]
quisiera pensar a veces
que tu nombre se borró para siempre de mi agenda
que ya no te veré más entre mis cosas
que desapareciste –triste fugitivo malévolo–
que te consumiste en este año que ahora termina
que nunca serás ya mi amado mi amante
que el tiempo todo lo transforma
que mi llanto mi estúpido llanto
no es más que la resaca inútil de un amor malogrado
que por fin muere

  • Margarita Carrera:
No sé dónde nací
ni por qué
ni para qué
pero me siento viva
y eso basta

  • Isabel de los Ángeles Ruano:
[Mis versos]
Preguntaron a mi madre por mis versos.
Tuve que retirarme.
¿Cómo decirles que nací con la palabra,
que no soy como todas?

  • Alejandra Flores:
[Rumiación]
La idea obsesiva
de tu cuerpo
se convierte
en el
circuito reverberante
de mi memoria

  • Norma García Mainieri:
[Escogencia]
Estoy cansada de quehaceres
sin importancia:
limpiar la casa,
hacer la comida,
lavar la ropa,
parir los hijos,
cuidarlos y alimentarlos
junto al padre,
ganándome un sueldo afuera
en lo que sí es visto como trabajo.
De esta sociedad falocrática
me interesa la mitad del poder
y basta.

  • Johanna Godoy:
Soy lapidaria
(ante todo)
con pecados,
dudas
y contradicciones
quiero tirar
la primera piedra.

  • Gabriela Gómez:
[Tu poema]
Lo mejor para mí
Ha sido
Que tú existas
Y sin embargo
Debo aceptar
Que de no ser tú
Para otro serían estas líneas

  • Regina José Galindo:
Dios dijo:
“Honrarás a tu padre y a tu madre”

Yo
guardo silencio
y lo intento.

  • Luz Méndez de la Vega:
[Ser o tener – fragmento]
Pienso.
Respiro.
Me muevo.
Como.
Defeco
y duermo.
Hago el amor
(léase fornico).
Insulto.
Sonrío.
A veces lloro
o doy un suspiro.

Conduzco mi automóvil.
Subo y bajo
el ascensor de mi piso.
Trabajo.
El cartero me trae
correspondencia
con mi nombre y apellidos.
Firmo cheques.

  • Ana María Rodas:
Dichosa ella a quien no auguraron
pelos en la palma de la mano
ni locura precoz
ni envejecimiento prematuro.
La destinaron/teatralmente como si no fuera eso
algo natural/
a parir hijos
y en ese menester aprendió el placer: su destino.

  • María Elena Schlesinger:
[Confesiones para una noche que no termina]
Creo que a veces me miro
en los cristales
como buscando espejos;
que me baño como para
uncir algún pecado
o que canto canciones nocturnas
cuando las radios ya están
apagadas.
Creo que algunos me miran,
juzgan mis preguntas
o inquietan sobre nombres.
A mí poco me importa.
Creo que el maquillaje
me aprieta de noche,
que los cigarrillos escasean
o que busco algún libro
para estampar
alguna fecha o algún nombre:
Kurt Vonnegut, Payasadas
Octubre 17.
Hoy ha muerto ella, por ejemplo.

  • Aída Toledo:
[Pudiste haber sido normal]
Me reprochaba mi abuelo
[…]
Y era yo las princesas
de Rubén
[…]
Pero las palabras de mi abuelo
Insistían
Pudiste haber sido normal.


3. Y unos apuntes sobre algunos (tampoco merece la pena mencionarlos todos) de los libros que no están en la lista de mis mejores lecturas:

  • De El mes más cruel, de Pilar Adon, sólo me gustó el cuento «Clara». El resto me pareció escrito por la típica adolescente con aires de grandeza que está empezando a escribir. Sé de lo que hablo.
  • De Divina Comedia, de Dante Alighieri, sólo me gustó la primera parte: el Infierno.
  • El Diario de Virginia Woolf Vol. I no está en la lista porque confío en tenerlos todos para poder escribir «Diarios de Virginia Woolf».
  • Lectura fácil: Métodos de redacción y evaluación, de Óscar García Muñoz, no está en la lista porque es un manual y no voy a poner manuales en la lista, pero tampoco está de más echarle un vistazo, sobre todo teniendo en cuenta que está gratis en Internet.
  • La Condesa Sangrienta, de Alejandra Pizarnik, tampoco está en la lista porque básicamente sólo describe asesinatos, pero le puse cinco estrellas en GoodReads.
  • Memnoch el Diablo, quinto libro de la saga The Vampire Chronicles, de Anne Rice, no está en la lista porque fue una tremenda decepción. No me molesta el tema religioso, me molesta el tema religioso en esta saga (con lo bien que iba la pobre y tuvo de repente que convertirse en devota).
  • Lo que no te dije, de Jazmín Ducca, lo compré sólo por apoyar el proyecto. El libro se deja fotografiar, pero ya está.
  • La loca de la casa, de Rosa Montero, creía que me gustaría más, pero eso es sólo porque lo compré sin saber de qué iba e imaginando otra cosa.
  • La amaba, de Anna Gavalda, empezó gustándome tanto que se me pasó por la cabeza comprármelo también en francés. El problema es que el final que tiene lo destroza un poco. Aun así, la narrativa me encanta.
  • Bienestar, Autoestima y Felicidad, de Raimon Gaja, no está en la lista porque es un libro de autoayuda y tampoco voy a poner libros de autoayuda en la lista.

miércoles, 25 de diciembre de 2019

(Late el corazón de la manzana)


Late el corazón de la manzana
que me ofrece la serpiente
yo le muerdo la cabeza y sangra
mis dientes se tiñen del color de la pérdida
y tú,
hijo mío,
te mueres

Ya no te siento latir
Ya no te siento mover
los piececitos
Ya no te siento querer
oír mi voz

Ahora sello mis labios
para siempre
Prometo no volver a alzar el vuelo
Prometo no volver a batir la lengua

¿Es este el motivo por el que no me quejo?
No

He aceptado el abandono
del mismo modo
que acepté tu estancia
en este vientre

He aceptado tu partida
que me ha partido en dos
y me ha hecho volver
a la casilla de salida

Nunca he gritado pero por una vez me imaginé haciéndolo
en el parto

¿Es este el motivo por el que no me defiendo?
Tampoco

Siempre he sido así
Nada ha cambiado en absoluto
salvo que ahora busco excusas

El dolor en los huesos
La sangre en el suelo
La punzada en el estómago

¿Cuánto de todo esto es real?

Repito tanto en mi cabeza las cosas
que quiero decir que termino concluyendo
que ya están dichas

Porque ya están dichas

Miento hasta en las cosas más nimias
con tal de no tener que dar explicaciones

Me enfado con la gente con la que
sólo he discutido en mi cabeza

¿Cuánto de todo esto me invento?

Yo te nombré antes siquiera de que me plantaran la semilla
Yo te noté mucho antes siquiera de la lluvia

Yo sentí tu abrazo antes de conocer al portador

que habría de incubarme
el virus del deseo

Y ahora permanezco de pie
frente al espejo

Y me digo cómo has podido creer
que te convertirías en pez globo

Cómo has pensado que nombrándola
se filmaría antes la película

Cómo vas a ser mamá
si sigues siendo una niña

sábado, 21 de diciembre de 2019

Hipocondríaca


Tengo una bandada de cuervos dentro de los ojos
Si los arranco no veré nada y los cuervos seguirán ahí

He colocado un espantapájaros en un lugar estratégico

—La punta de mi nariz—

Espero que funcione

Y mientras espero recito la lista de las cosas
que tengo que contarle a mi médica

que de tanto pensar en ir y no hacerlo normal
que sea de cabecera

Doctora me duele la cabeza
Una mano gigante me aplasta el cráneo

Doctora me tiemblan las manos
Aníbal ha vuelto a coger los elefantes

Doctora me cuesta respirar
La serpiente se ha enroscado en mis pulmones

Sin darme tiempo siquiera
de aceptar la manzana

y atragantarme

Doctora me cuesta
masticar

Los cuarenta ladrones han venido a por mis dientes
y más de uno se ha quedado sin botín

Es culpa de los poetas
Los han descrito como perlas y se los han tragado

Es culpa mía
Los he visto llegar y no he cerrado la boca

Doctora no siento las piernas
El miedo me paraliza

La alarma me pide que corra y yo
me quedo quieta

No importa lo que venga a por mí
sé que me voy a quedar

ciega

Doctora estoy perdiendo la retina
Los cuervos la picotean