sábado, 14 de junio de 2025

Y QUÉ HAY DE LO APRENDIDO

A Elena
 
Ahora sé que las fobias son hereditarias
Ana Castro - El cuadro del dolor
 
 
qué me dices de todas esas cosas
que observas con tus ojos
como platos
lo que absorbe tu cerebro
a través de tus oídos
lo que no viene recogido
 
en tu ADN
 
qué hay de todo aquello que no se duplica
como una autoafirmación de lo bien hecho
o una copia de seguridad         de célula
        a célula
lo que no atraviesa tu sistema nervioso
como un haz de luz                 de espejo a espejo
ni viaja a la deriva por tu mar rojo
sino que penetra en tu piel
 
        a través de lo que comes
        a través de lo que tocas
        a través de lo aprendido
 
me verás llorar y llorarás
tú también
me verás callar y callarás
tú también
me verás temblar y no sabrás
por qué tenemos miedo
 
por qué esa forma tan astuta de comer que tienes
una simple magdalena o la manera de darle vueltas
al cola cao en la leche en el sentido contrario
a las agujas del reloj o esa forma tan patética
de esconderte en las escaleras y evitar a tus vecinos
antes siquiera de compartir con ellos el ascensor
 
me verás llorar y llorarás
tú también
me verás callar y callarás
tú también
me verás temblar y no sabrás
por qué tenemos tanto miedo
 
por qué hay una pared de cristal
que te impide atravesar el umbral
de la puerta del cuarto de baño
cuando tus padres hablan sobre ti
en la habitación de al lado
 
por qué ya no recuerdas la combinación
del candado que pusiste en tu boca
aquel día en que sin querer hablaste demasiado
justo cuando por fin crees que has encontrado
una persona en la que confiar
 
me verás llorar y llorarás
tú también
me verás gritar y gritarás
tú también 
me verás huir y no sabrás
dónde me he metido
 
de dónde nace esa urgencia
de pensarme soltando tu mano
al otro lado del balcón
de donde la manía de creerme dormida
profunda y eternamente dormida
        bajo el sudario
o esa necesidad de cruzar a la otra acera
sin comprobar primero si vienen coches
por la carretera
 
qué hay de todos esos pequeños gestos
que repites sin saber lo que significan
esas muecas vacías cuyo significado
acabarás aprendiendo sin remedio
dentro de unos cuantos años
 
las ideas que se aferran como dientes
bien firmes a tus encías las ideas
que repites sin saber por qué
tu madre que tanto te quería
te ha enseñado a percibir
 
este dolor
 
 
Este poema es una respuesta a mi segunda psiquiatra, la doctora Elena cuyo apellido no recuerdo, tras decirme que había que tener cuidado con las adopciones, puesto que podían venirte niños con trastornos mentales.

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