soy una extraña en esta casa. lo sé. lo noto en su forma de mirarme.
el desprecio desfigura sus rostros cada vez que se dirigen al mío. no
soy capaz de hacer que se enorgullezcan de mí. (aunque la verdad es que
tampoco creo en hacer algo simplemente para que alguien pueda presumir
de hija en el trabajo).
soy una extraña en cada sitio al que entro. o al menos yo me siento así.
en la librería, en la papelería, en la tienda de ropa.
en casa de mi abuela.
vaya donde vaya siento que no debería estar ahí. o al menos no en ese momento. siempre me equivoco, joder, cuándo aprenderé.
a veces sueño con arrancarme los ojos para no ver el odio en los de los demás.
siento que me miran compasivos porque saben que siempre estoy sola.
siento que me miran con recelo porque saben que nunca estoy haciendo
nada importante.
y es verdad, nunca estoy haciendo nada importante.
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